La tristeza
Hay días que sin motivo aparente me invade la tristeza, intento no ahondar en ella para no encontrarme con argumentos lo suficientemente grandes como para no levantarme de la cama en un mes. Y me quedo aletargado, disfrutando de ella, si, porque parecerá raro pero disfruto de ella. Sé que cuanto más hondo quepa en mi ser esta tristeza, más capacidad tendré para llenarme de alegría y podré disfrutar de cualquier acontecimiento que ocurra en mi vida por insignificante que sea con más intensidad.
Alguna vez leí por ahí esta frase: La alegría y la tristeza son inseparables, juntas llegan y cuando una viene a sentarse a vuestra mesa, recordad que la otra duerme en vuestro lecho.
Pero bueno, como tampoco soy masoquista me voy al centro que me acabo de enterar que en la plaza de Callao se va a inundar de ritmos étnicos y de percusión ofrecidos por grupos de música procedentes de Uruguay y Venezuela.
Maktub
Alguna vez leí por ahí esta frase: La alegría y la tristeza son inseparables, juntas llegan y cuando una viene a sentarse a vuestra mesa, recordad que la otra duerme en vuestro lecho.
Pero bueno, como tampoco soy masoquista me voy al centro que me acabo de enterar que en la plaza de Callao se va a inundar de ritmos étnicos y de percusión ofrecidos por grupos de música procedentes de Uruguay y Venezuela.
Maktub
7 comentarios
El Capataz -
Sergio Monal -
cordelia -
Belén -
P -
Lydia -
La tristeza llega más a menudo de lo que me gustaría, porque luego es tremenda y casi me destroza. Al menos, aprendí que como viene se va...
Saludos ;)
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